El
reto de generar metodologías adecuadas para evaluar diferentes alternativas de
proyectos, que conduzcan a una asignación óptima de los recursos disponibles,
tanto a nivel de programas públicos de investigación, como a nivel de las
estrategias empresariales de innovación, presenta el viejo problema de decidir
sobre la utilización de recursos escasos en el apoyo de proyectos que compiten
entre sí, llevando consigo todos los inconvenientes de los juegos de suma cero,
en los que unos ganan, mientras que otros pierden. Este problema antes que
resolverse se ha vuelto más difícil, debido a la aparición de nuevas
disciplinas que imponen también la obligación de un manejo multidisciplinario
de los proyectos.
En
el caso de los países en desarrollo, se agregan a esta problemática una serie
de carencias en cuanto a la gestión global de proyectos, entre las que destaca
la falta de experiencia en investigación, la escasa cultura innovadora y falsas
concepciones en relación con el objetivo de la evaluación de proyectos. El
problema de evaluación de proyectos se torna aún más complejo cuando se trata
de proyectos de investigación y desarrollo. Actualmente, la mayoría de los
apoyos que se canalizan hacia las actividades de investigación siguen la lógica
de maximizar el desempeño de programas y proyectos, principalmente con el fin
de mejorar la competitividad industrial, A1 tomar la competitividad como la
base racional para el análisis, pasa a un primer plano la evaluación del
impacto económico de las actividades de I&D. Se trata de ver a la I&D
como una inversión y, como tai, se busca medir su tasa de retorno. Sin embargo,
si bien se acepta conceptualmente que la investigación es una inversión, es muy
difícil darle un tratamiento tradicional para efectos de su evaluación, por las
siguientes razones:
Los
beneficios pueden demorar bastante tiempo para hacerse realidad. - Es complejo
asignar efectos económicos particulares a una determinada unidad de
investigación, pues los productos y procesos provienen de una amplia base de
conocimientos.
Para
concretar los beneficios de la I&D, se requieren capacidades innovadoras y
de comercialización, que rebasan el alcance de las actividades de
investigación, pues se necesitan otros insumos como habilidades gerenciales,
disponibilidad de capital y experiencia de mercadotecnia.
En
pocas palabras, si se quisiera evaluar el producto de los proyectos de
investigación en función de su contribución a las ventas o a la utilidad de un
negocio, tendría que hacerse una evaluación de toda la empresa o, de todo el
sistema alrededor de la innovación en cuestión.
El
éxito de un proyecto incluye una serie de aspectos monetarios y no monetarios
+que deben tomarse en consideración para efectos de cualquier evaluación. Sólo
una concepción global de todos ellos puede conducir a una visión estratégica
que coloca en primer plano la evaluación de la efectividad, por encima de
simples mediciones de eficiencia y productividad. La evaluación del éxito
debería reconocer, al menos, los siguientes efectos: -
Oportunidades concretas de negocio, con efecto sobre la competitividad de la
empresa. -
Identificación de oportunidades que no se habían visualizado antes del
proyecto. -
Aprendizaje individual y colectivo. - Cambios de
actitud y mejoras en los patrones de colaboración. - Mejorar el
acceso y comprensión de tecnologías genéricas. - Influencia
para cambiar normas y estándares. - Preparación
para hacer nuevos proyectos. - Mayor capacitación del
personal y aprendizaje sobre la gestión de proyectos. - Impactos
ambientales diversos.
La
importancia de este tipo de auditoria radica el seguimiento y monitoreo de la
ejecución del proyecto a-fin de asegurar que los recursos de la operación sean
administrados y utilizados de acuerdo con los términos y condiciones acordadas
en el respectivo contrato (convenio) de financiamiento. Una de las
consideraciones que debe tenerse en cuenta para el éxito de los proyectos
consiste en trasladar los éxitos de proyectos anteriores para contribuir a los
logros de la organización, como resultado se obtendría una serie de
recomendaciones que pueden ayudar al desarrollo de la empresa. Obtener beneficios
de experiencias pasadas implica el entendimiento total de las mismas, para
llegar a alcanzar este entendimiento se requiere evaluación.
La
importancia de esa evaluación a través de la auditoria de proyectos, radica en
la posibilidad de: - Identificación temprana de
los problemas. - Definición clara de
objetivos, costos y tiempo - Mejorar el desempeño del
proyecto. -
Identificar oportunidades para futuros avances tecnológicos. - Evaluar la
calidad de la Gerencia de Proyectos. Al establecer las recomendaciones
anteriores como objetivos pueden reducirse los costos e incrementar los
beneficios del proyecto. Cuando la entidad de financiación es un organismo
internacional la auditoría se efectuará de acuerdo con los requerimientos de
auditoria externa sobre Auditoría de Proyectos y Entidades - AF-100, Guías para
la Preparación de Estados Financieros y Requisitos de Auditoria - AF-300 y
Normas Internacionales de Auditoría Niñas publicadas por la Federación
Internacional de Contadores - IF AC.